Problemas en las puertas corredizas
Los problemas más habituales en ventanas de hojas corredizas
y puertas ventanas de balcones son los concernientes al funcionamiento en sus
ruedas y estabilizadores superiores.
Con algunos trabajos menores de herrería de obra se pueden
resolver adecuadamente sin grandes dificultades.
A menos que no se encuentren golpes, oxidación o deterioro
en el marco de las hojas, en la mampostería metálica o el zócalo de la
estructura, en la mayoría de los casos estaremos frente a un problema derivado
del mal funcionamiento de estos sistemas de rodamientos.
Cuando las puertas no cierran correctamente, están muy
pesadas, hacen ruido al deslizarse por sus guías o directamente no se mueven si
no se les aplica una gran fuerza, es a causa de que las ruedas que le dan la
posibilidad de trasladarse están trabadas, deterioradas o rotas.
Estas ruedas suelen ser de nylon o de acero. Los sistemas de
ruedas de nylon se utilizan para ventanas pequeñas y de hojas muy livianas. En
cambio las ruedas de acero son las que se deben utilizar para hojas que van de
mediano a gran peso y tamaño.
Ante estos problemas, la única solución posible es su
completa restitución.
En los trabajos de recambio de rodamientos es la experiencia
de haber resuelto muchos casos lo que determina su éxito. Son muchos los
inconvenientes que se pueden presentar y lo hacen de distintas maneras. Pueden
relacionarse con cuestiones estructurales previas u ocacionadas por algún
acontecimiento pasado.
Luego de terminada la sustitución de ruedas hay que nivelar
nuevamente las hojas con respecto a la escuadra del marco de la herrería.
A menudo acontece que luego de recambiar todas sus ruedas la
hoja no vuelve a correr tan suavemente como en sus orígenes. Es entonces que
llegó el momento de revisar los resortes corredores superiores. Estos, cuando
se gastan mucho o se descomponen, no tienen arreglo y deben ser también
repuestos por unos nuevos.
Los tensores superiores cumplen la función de mantener la
hoja firme contra el marco por donde ella se desliza. Por ejemplo, si el
espesor de la hoja es de 3,5 cm el marco interno por donde ella se desliza será
de un ancho algo mayor. Esta diferencia en las medidas es totalmente necesaria
para su correcto funcionamiento pero nos da la desventaja evidente de ser lo
que provoca el no deseado golpeteo de ventanas.
El inconveniente es que no todas las aberturas los poseen y
que tampoco muchas de ellas tienen el espacio suficiente entre la hoja y la
base del marco como para que quepan dentro de él.
En estos casos existen algunos trucos que pueden resolver el
problema sin tener que recurrir a grandes modificaciones y trabajos de herrería
mayor.
Movimientos no deseados y ruidos molestos
Este problema del movimiento o juego lateral en la parte
superior de las hojas que al golpearse entre ellas producen ruidos sumamente
molestos, es muy común en edificios de altura.
Se presentan siempre ocacionados por el empuje del viento y
es uno de los grandes inconvenientes en las ventanas expuestas al exterior y en
las puertas ventana de salida a balcones.
Aunque esto sucede, como ya vimos, fundamentalmente por la
carencia de los tensores superiores o la rotura de ellos, también ocurre en
menor grado aun teniendo sus resortes en perfecto estado ya que este juego es
propio del tipo de abertura de hierro.
Existen soluciones para estos últimos casos que son
puramente de ajuste. Generalmente no se necesitará realizar ninguna
modificación estructural de herrería, pero sí hay que revisar todas las
variables que influyen en esta problemática y actuar en consecuencia. La
antigüedad de la estructura metálica, su alto nivel de utilización, el bajo
grado de cuidado y mantenimiento efectuado en ella son los factores que
provocan estas deficiencias.
Cambiar todos los rodamientos, los tensores superiores,
ajustar las ventanas y corregir los problemas de movimientos indeseados tiene
un costo moderado siempre y cuando no se tenga que hacer ningún arreglo de
herrería sobre los zócalos o los marcos.


